El movimiento estudiantil más allá del “peticionismo”
El peticionismo, es la práctica de demandarlo todo al Estado (o al empresariado), cuestionar esto es uno de los mayores aportes del movimiento de secundarios/as. Este vicio históricamente ha sido promovido por grupos que sobrevaloran la institucionalidad, carecen de una visión a largo plazo, ignoran la necesidad de construcción social o tienen la necesidad de “conducir” (…)
Ver también:
“Perspectivas históricas del movimiento social-ciudadano” Gabriel Salazar
“La Primavera de Chile” Carlos Perez Soto
Los dueños de la educación no tienen ideologías o una ideología que se niega a sí misma.
Pareciera que la derecha educativa que en Chile está representada transversalmente en gobierno y oposición, pretende dividir las demandas del movimiento por la educación entre lo posible (técnico, al decir de ellos) y lo ideológico, entendiendo esto último como el hecho de que las demandas del movimiento no tienen nada que ver con la educación, son irrealizables, anacrónicas, o son contradictorias con el modelo hoy tan ampliamente aceptado por este sector que hace años pactó en el acuerdo educativo las bases del actual sistema.
Nos referimos con este término al grupo de presión por la escuela privada, una alianza de facciones de clase que ha instalado un discurso hegemónico en apoyo a reformas conservadoras en lo valórico y mercantilizantes en lo económico, en las políticas educativas. En esta alianza caben grupos identificados tradicionalmente con la derecha política, pero también grupos tecnocráticos ligados a la Concertación. Para profundizar en el concepto de nueva derecha en educación y sus principales posiciones en el debate educativo Véase Jane Kenway La Educación y el Discurso Político de la Nueva Derecha en Foucault y la Educación de S. J. Ball. Editorial Morata, año 1993.
La lucha ideológica en el Sistema Educativo Chileno: más allá del lucro. Parte I: Calidad y Equidad
El debate educativo en Chile ha estado en estas dos últimas décadas cooptado mediante la instalación de ciertos conceptos asumidos sin mayor crítica. Las formas de denominar las cosas también reducen la discusión ideológica, sobre todo en los ámbitos que se refieren a la Educación. La última propuesta educativa de Piñera, contrario a lo que la elite pretende instalar con una supuesta neutralidad técnica, no deja sino estar saturada de ideología, como por ejemplo aparece en el siguiente párrafo