Encuesta CEP
Señor Director:
Quisiera, para no repetir, referirme sólo a un
aspecto puntual de la encuesta CEP: la percepción de los encuestados
respecto de los profesores.
En primer término, es fundamental aclarar que,
en este tipo de encuestas de opinión cerrada, se le muestran al
encuestado una serie de afirmaciones, las cuales debe escoger o valorar.
La selección de las afirmaciones mostradas a los encuestados no
es un asunto menor. Aquí radica la esencia de una acción
muy conocida en el ámbito de los estudios sociales: "tendenciar
la opinión del encuestado".
Particularmente, al revisar las afirmaciones mostradas
a los encuestados respecto del trabajo de los profesores, este fenómeno
es fácil de apreciar. Para graficar esto me referiré sólo
a dos preguntas de la citada encuesta:
1. Se pregunta a los encuestados si los profesores deben
ser evaluados, si sus sueldos deben estar asociados a desempeño
y si están de acuerdo con que los directores puedan despedir a
los docentes. Preguntas interesantes, sin duda. Sin embargo, más
interesantes (y en sintonía con la evidencia mundial respecto a
enseñanza y aprendizaje) hubieran sido preguntas como: ¿qué
porcentaje de las horas laborales de los docentes debieran dedicarse al
trabajo frente a curso y al trabajo de preparación, planificación
y diseño de materiales?, o ¿cuál debiera ser el número
máximo de alumnos permitido por curso?
2. Se pide a los encuestados que se pronuncien respecto
de tres afirmaciones: "los profesores no valoran su profesión",
"los profesores tienen una buena formación académica",
"los profesores no se preocupan de actualizarse". ¿Por
qué no preguntar respecto de si las condiciones de trabajo de los
docentes son o no adecuadas? ¿Por qué no preguntar respecto
de la calidad del apoyo técnico pedagógico que reciben los
profesores de parte del Mineduc o de los sostenedores (elemento clave
para el buen desempeño docente según la evidencia mundial)?
Son sólo dos preguntas que me hacen reflexionar
respecto de la "neutralidad" de las encuestas y del esfuerzo
sistemático de algunos grupos de opinión por convertir a
los docentes en los grandes y únicos culpables de la actual crisis
de calidad y equidad de nuestro sistema educativo.
Rodrigo Cornejo Chávez
Académico Universidad de Chile
Observatorio Chileno de Políticas Educativas